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La actividad física en la tercera edad

Las personas de edad avanzada pueden cosechar los beneficios del ejercicio y la actividad física, como el control del peso, la reducción de la presión arterial y la prevención de la osteoporosis, condición que predispone a la fractura de los huesos. Por eso es importante incluir alguna actividad física en su rutina diaria.

Para mejorar la salud no es necesario que la actividad física sea agotadora. Puede incluir caminar, limpiar la casa y participar en pasatiempos como la jardinería o la horticultura, la carpintería y hasta ir de compras. El hacer ejercicio con pesas puede ayudar a evitar el deterioro de los músculos. Quienes sufren de artritis o tienen problemas con las articulaciones pueden encontrar alivio haciendo ejercicio en una piscina de agua tibia. Aún las personas que no pueden estar de pie pueden gozar de los beneficios del ejercicio si lo hacen sentados.

Estas son algunas recomendaciones para aumentar su nivel de actividad física:

Comparta el ejercicio con un familiar o amigo. Se animarán mutuamente y podrán ayudarse de ser necesario.
Asegúrese de beber lo suficiente. Beba un vaso de agua antes de hacer ejercicio aunque no sienta sed.
Fortalezca los músculos en las piernas. Al ver televisión, póngase de pie por lo menos una vez cada vez que pasan los comerciales.
Camine siempre que pueda. Estacione su auto un poco más lejos y así caminará a su destino.
Use envases de plástico llenos de agua o latas de alimentos como si fueran pesas para ejercitar los brazos.

Las personas mayores de 65 años deben consultar a su médico acerca del ejercicio. Los profesionales de la salud por lo general recomiendan que las personas en la tercera edad hagan ejercicio ligero o moderado por media hora cinco días a la semana. Sin embargo, es importante tomar en cuenta el estado de salud del individuo para determinar la mejor rutina de ejercicio.

En inglés

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