
Asistel en Español
Evite que la hora de la comida sea una batalla campal
Establezca reglas que determinen el papel tanto de los padres como de los hijos en cuanto a los alimentos. Los padres deciden cuáles alimentos saludables se servirán y a qué hora; y los niños deciden la cantidad que comerán y si desean comer o no. Los padres deben responsabilizarse de ofrecer alimentos saludables todo el tiempo, como frutas y verduras, cereales, tortillas, arroz y otros granos, leche y queso con poca grasa, frijoles, carnes y huevos. Limite los alimentos que no son saludables, como los refrescos o sodas, las bebidas con sabor a fruta, las frituras o chips, las donas, pasteles, pan dulce, galletas, dulces y alimentos fritos. Los padres son también quienes deciden el horario de las comidas y bocadillos y los niños sólo deben comer a las horas fijadas. El resto del tiempo, los niños deben dedicarlo a sus demás actividades. A los niños les gusta sentir que se les toma en cuenta. En algunas ocasiones, tendrán mucha hambre y comerán bastante. En otras, no comerán tanto. Estos cambios en su apetito son normales y les ayuda a aprender que deben comer si tienen hambre y a dejar de comer cuando estén satisfechos. Los padres no deben forzar a sus hijos a comer o a terminarse todo lo que se les sirvió. Los niños son quienes deben decidir si desean comer o no. Si no quieren comer, no se les debe permitir jugar o ver la televisión. Deben sentarse a la mesa con la familia aunque no coman. Luego deben esperar hasta la siguiente comida o bocadillo para comer. Si le brinda a sus niños una variedad de alimentos saludables 5 ó 6 veces al día, dejar de comer de vez en cuando no les afecta. Este sistema realmente da buenos resultados. El tiempo y paciencia que se requiere para ponerlo en práctica bien vale la pena pues permite que todos disfruten de las comidas en familia con tranquilidad. |